Juan García nos trae una interesante información, un caracol endémico de Jerez, no se encuentra en otro lugar:
El caracol Theba
pisana arietina es
un gasterópodo terrestre,
que se pega a las superfícies con la misma mucosidad con la que cierra la
abertura de la concha
para no perder humedad y puede pasar mucho tiempo en estado de reposo,
esperando tiempos mejores.
En Andalucía tan solo podemos encontrarlo en
la Sierra de San Cristóbal, una pequeña sierra de unos 100 msnm que se
encuentra entre El Puerto de Santa María y Jerez. Se diferencia de la
subespecie típica, T. pisana pisana
en que su concha es más aplanada. Las diferencias entre una subespecie y otra
no son tan evidentes, de manera que es difícil discernir entre ambas si no
tenemos un buen conocimiento de estos caracoles.
El caracol en primer plano es el T. pisana arietina |
Su
alimentación incluye plantas, frutas, verduras y hongos. Los caracoles comen
usando su rádula, una lengua áspera para raspar el alimento, como si se tratase
de una lima. Este modo de alimentación provoca verdaderas obras de arte de la
naturaleza, como la que ocurre con las poblaciones instaladas en naranjos. En
este cultivo ataca tanto a la hoja como a la propia naranja. Debido a su lengua
áspera, en cada “bocado”, desprende pequeñas tiras de su alimento, y en su
banquete, deja convertida la hoja en una telaraña vegetal. Aunque normalmente,
ataca zonas pequeñas de las mismas, en ciertas ocasiones, es capaz de
transformar hojas de 150 mm en un entramado de conexiones, límites de sus bocados.
Respecto
a su reproducción, Caracol hermafrodita, es decir, tiene ambos sexos, necesita
otro individuo para aparearse, y curioso, ambos pueden quedar fecundados.
Interesante ¿verdad?